Tema 4: Los niveles de referencia de aprendizaje de lenguas y el desarrollo de competencias

Dime cómo hablas y te diré si te entiendo

El Marco Común de Referencia para las lenguas describe un enfoque orientado a la acción. En cuanto al uso de la lengua, hace mención al desarrollo de unas competencias y hace una distinción entre las competencias generales y competencias comunicativas de la lengua. Estas las utilizamos dependiendo del contexto en el que nos encontremos para realizar actividades de la lengua. 

Antes de meternos de lleno en el aspecto que vamos a desarrollar, cabe mencionar a qué se hace referencia cuando hablamos de competencias. Según el Proyecto DeSeCo (2003), «una competencia supone una combinación de habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones, y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz». Todas las competencias humanas contribuyen en mayor o menor medida a mejorar la capacidad comunicativa de los individuos. Sin embargo, en esta entrada especificaremos los dos tipos que distingue el marco, que hemos mencionado anteriormente. Por una parte, las competencias generales no están estrechamente relacionadas con la lengua, pero pueden contribuir a realizar acciones muy variadas. Por otra parte, las competencias comunicativas nos dan la posibilidad de actuar mediante medios lingüísticos. En cuanto a las competencias generales, podemos distinguir entre el conocimiento declarativo (saber), las destrezas y habilidades (saber hacer), la competencia existencial (saber ser) y la capacidad de aprender (saber aprender). Asimismo, en cuanto a las competencias comunicativas distinguiremos entre las competencias lingüísticas, las competencias sociolingüísticas y las competencias pragmáticas. 



En esta entrada, nos centraremos en las competencias lingüísticas y, más concretamente en la competencia léxica. Lo primero que debemos tener en mente cuando vamos a hablar de las competencias lingüísticas es que las lenguas son unos sistemas muy complejos y, por lo tanto, intentar describir exhaustivamente todos los aspectos que las conforman es una ardua tarea que no se ha llegado a hacer del todo. Asimismo, tenemos que ser conscientes de que las lenguas vivas están en constante evolución y eso complicaría todavía más esa tarea. De todas formas, las lenguas han intentado normalizarlas, pero sin entrar en detalles. Existen corrientes defensoras de una estandarización y otras que optan por describir el uso real de la lengua. Hoy en día, se utiliza un híbrido entre el modelo tradicional y el descriptivo para intentar describir los componentes de la competencia lingüística, definidos como «el conocimiento de los recursos formales y la capacidad para utilizarlos». El MCER enumera varias categorías para describir el contenido de carácter lingüístico: la competencia léxica, la competencia gramatical, la competencia semántica, la competencia fonológica, la ortográfica y la competencia ortoépica. 

La competencia léxica es el conocimiento del vocabulario y la capacidad de utilizarlo en distintos contextos. Como bien afirmaba el poeta Gautier «Al realizar un acto de habla trasmitimos nuestros sentimientos, un lastre cultural y una perspectiva del color del cristal con que se mira la vida. Por eso las palabras dicen mucho más de lo que aparentan». 
Por lo tanto, a la hora de enseñar una lengua extranjera, deberíamos tener en cuenta que no se trata de una mera transmisión de conocimientos lingüísticos, sino que lo más importante es el desarrollo de la competencia comunicativa. Debemos tratar de que los alumnos y alumnas conozcan y dominen las características de la lengua coloquial como los vocativos, los modismos, preguntas retóricas, los hipocorísticos, las muletillas, las expresiones hiperbólicas, el argot, etc.

  
De igual forma que intentamos que tengan un amplio conocimiento de los aspectos que constituyen los textos escritos, deberíamos centrarnos y darle más importancia a todo lo que rodea la expresión oral, en concreto al uso coloquial de la lengua, ya que, de esta forma, favoreceremos la mejora tanto de la expresión como de la comprensión oral. Puede que desde el punto de vista de un alumno extranjero resulten difíciles de entender algunas expresiones, modismos y usos de la lengua en los contextos orales e, incluso, que los consideren ridículos. Sin embargo, la realidad es que hacen una función muy importante en nuestra interacción en el día a día. Por lo tanto, debemos enriquecer las sesiones dedicadas a la parte de expresión oral con aspectos de la lengua coloquial que los ayuden a expresarse de forma más natural en su lengua extranjera, ya que lo que muchas veces ocurre es que no se nos enseñan los usos coloquiales y a la hora de comunicarnos con hablantes de la lengua extranjera se producen ciertas incongruencias por no dominar mínimamente el uso coloquial de las palabras y las expresiones más básicas. Un ejemplo que seguramente les ocurrió a muchos jóvenes que fueron a un país de habla inglesa es el de referirse a una discoteca como «disco» cuando ese término lleva en desuso desde los años 80 aproximadamente en cuanto a esa connotación; hoy en día se suele hacer referencia a esta como «club». 

En conclusión, seguro que, si centrásemos más nuestra enseñanza de lenguas en la expresión oral y en todas sus vertientes, tanto formales como más coloquiales, nuestro alumnado estaría mucho más preparado para desenvolverse en esa lengua extranjera. Asimismo, estarían más o menos al tanto de los usos de la lengua y la interacción sería una misión mucho más fácil y motivadora, ya que, si eliminamos esta carencia a la hora de expresarnos oralmente, adquirimos mucha más confianza y complicidad con el hablante foráneo. Se podría decir que es como si sintiésemos que dominamos la lengua de verdad, pues, muchas veces, nos da timidez expresarnos en otra lengua por miedo a que no usemos las palabras correctas en la estructura correcta. Bajo mi punto de vista, este sentimiento de miedo a expresarnos por tener miedo a errar es una consecuencia más de la gran falta de actividades que desarrollen la expresión oral en el aula. 


Aquí os dejo algunos enlaces que me han parecido interesantes para ampliar el tema: 

Albelda Marco, M. y Fenández Colomer, M. J. (2006). La enseñanza de los registros lingüísticos en E/LE. Una aplicación a la conversación coloquial. En Revista de Didáctica. Recuperado de: https://marcoele.com/descargas/3/albelda-fernandez_registro-coloquial.pdf

Centro Virtual Cervantes. (2019). Marco Común Europeo de Referencia. Capítulo 5: las competencias del usuario o alumno. Recuperado de: https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cap_05.htm

Fernández González, V. (s.f.). La enseñanza del léxico del español coloquial en el aula de E/LE. En el depósito de investigación de la Universidad de Sevilla (idUS). Recuperado de: https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/23375/TFM_Vero.pdf;sequence=1

Garrido Rodríguez, M. del C. (2000). ¿Qué español coloquial enseñar en las clases de E/LE? En ASELE. Recuperado de: https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/11/11_0365.pdf












Comentarios

  1. Hola Alba,

    Antes de nada darte la enhorabuena por un trabajo tan currado e interesante.

    Me gustaría comentarte algunos aspectos sobre tu entrada que llamaron mi atención muy positivamente. En primer lugar, estoy completamente de acuerdo contigo en que los sistemas lingüísticos son muy complejos y casi imposibles de describir; me encanta que menciones esto, ya que suele ser algo que la gente tiende a olvidar. Igualmente me parece muy acertada tu afirmación sobre nuestro deber como profesores de fomentar la competencia continuativa más allá del mero conocimiento lingüístico.

    Concuerdo totalmente contigo en que la docencia en el sistema educativo español peca de prestar poca o nula atención al lenguaje oral en el aula. Desde mi punto de vista, esta nueva generación de docentes a las que pertenecemos debería motivar al alumnado a practicar oralmente en el aula desde la premisa de que el error es bueno, pues ayuda a mostrarnos donde debemos mejorar. Entiendo que esta concepción del error como aliado es difícil de establecer en nuestro país por nuestro bagaje cultural, pero creo que solo si trabajamos de manera vocacional y comprometidos con nuestra profesión podremos lograrlo!

    Muchas gracias por tus aportaciones con esta gran entrada!

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    1. Hola, Carla

      ¡Muchas gracias por tu comentario!
      Me alegro de que estemos de acuerdo en cuanto a darle la importancia que se merece a la expresión oral en el aula y favorecer el desarrollo de la competencia en las lenguas extranjeras de nuestro alumnado.
      Está claro que el cambio está en manos de docentes, ya que la labor del gobierno no ayuda.

      ¡Un saludo!

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  2. ¡Hola Alba!

    Felicidades por tu entrada, en la que creo que realizas una estupenda exposición de la importancia que tiene la expresión oral a la hora de aprender un idioma. Tal y como nos recuerdas, el enfoque a la acción que propone el MCER resalta la importancia de los hablantes como agentes sociales , y como tales deben desarrollar, entre otras, la competencia léxica de cara a una mejor integración en la sociedad con la que se relacionan.

    Creo que gran parte del profesorado no da la suficiente importancia al aspecto coloquial del vocabulario que tú explicas en esta entrada, y con el que la mayoría del alumnado entra en contacto a través de internet, sobrepasando muchas veces su conocimiento al del docente. La falta de vocabulario adecuado dentro las situaciones comunicativas en las que nos podemos encontrar puede entorpecer la comprensión por parte de nuestro receptor, ya que con las palabras no solamente transmitimos significados sino que también construimos relaciones y vínculos sociales.

    Estoy también de acuerdo contigo en la importancia que tiene el desarrollo de esta competencia de cara a dar seguridad al usuario del idioma, porque la timidez se basa casi siempre en inseguridad, y esa suele ser la gran enemiga del alumnado de lenguas extranjeras. Si logramos afianzar este conocimiento, también conseguiremos que su comunicación oral se beneficie en gran manera.

    Enhorabuena de nuevo por tu entrada y un saludo.

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    1. ¡Muchas gracias por tu comentario, Mila!
      Como has mencionado, la competencia léxica gana importancia en cuanto a enriquecer nuestro desarrollo social como individuos de un mundo globalizado. Creo que, en nuestro país, el profesorado debería implicarse más con este aspecto de la competencia lingüística. Por otra parte, cuanto más dominemos el lenguaje coloquial más efectivas serán nuestras actividades comunicativas y la interacción se verá favorecida.

      ¡Un saludo!

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