Estrategias de comunicación. Las actividades de lengua y su práctica en el aula
¡Hola de nuevo! 😊
Parece que seguiremos compartiendo conocimientos a través de nuestros blogs por un poco más de tiempo. Esta vez, reflexionaremos sobre lo que hemos aprendido y expondremos lo que se ha realizado y tratado en las sesiones de la asignatura "Didáctica de las lenguas extranjeras" respecto a los temas que impartan los docentes Cristina y Gonzalo. Concretamente, en esta entrada hablaremos del primer tema que versa sobre las actividades de lengua y su puesta en práctica en el aula de lenguas extranjeras, que ha sido impartido por Cristina. En este tema hemos ampliado lo que habíamos conocido respecto a las actividades de lengua a través del Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas. Por lo tanto, como ya sabemos, ya no se habla de destrezas sino de actividades de lengua, que son las siguientes: mediación, comprensión, expresión e interacción.
En nuestro caso, empezamos a hablar de la mediación por ser la actividad que ha recibido menos atención siempre, a pesar de que esté presente en numerosas actividades que se realizan en las clases de lenguas extranjeras casi sin darnos cuenta. Según el MCER, la mediación está presente tanto en la comprensión como en la expresión oral y escrita. Esta posibilita la comunicación entre personas que no tienen la competencia para comunicarse en una determinada lengua, por diversos motivos. Por ejemplo: la interpretación es mediación oral y la traducción es mediación escrita. Si queremos ampliar nuestros conocimientos acerca de la mediación, tenemos a nuestra disposición el Companion Volume (2018) en el que se trata más en profundidad la mediación, se estimula la innovación pedagógica y se promociona la mediación interlingüística y las competencias plurilingües que se requieren para llevarla a cabo. Por lo tanto, cabe mencionar el enfoque plurilingüe que adopta el MCER, ya que la competencia lingüística en cada idioma no se almacena en un compartimento separado, sino que, a medida que aprendemos otros idiomas, tenemos la habilidad de relacionar aspectos y posibilitar que haya interacción entre estos. En relación a este concepto, realizamos una actividad en la que debatimos sobre el significado del plurilingüismo y comentamos entre nosotros/as nuestros perfiles plurilingües.
Por otra parte, existen dos tipos de mediación: cognitiva y relacional. La que hemos desarrollado en clase ha sido la relacional, ya que la cognitiva depende más de uno mismo. Esta, a su vez, se subdivide en lingüística/textual, conceptual y social/cultural.
Para poner en práctica este tipo de mediación en clase podemos realizar actividades del tipo de reformulaciones, cambios de registro, co-construcción del significado, resolución de conflictos, etc. Esto lo hemos practicado en clase mediante varias actividades. En primer lugar, tuvimos que analizar varios ejemplos de actividades de mediación e intentar desvelar el objetivo de estas, sus características y cómo podía influir en el alumnado, es decir, si tenía relación con sus intereses y competencias. Esta actividad de carácter introductorio fue muy útil para ver ejemplos prácticos de la mediación y facilitarnos el diseño de actividades en las que se practique la mediación. Posteriormente, fue nuestro turno de diseñar una actividad de mediación y compartirla con nuestros compañeros. En nuestro grupo optamos por extraer textos reales de la página web de un festival y presentar una situación en la que una persona tenía que explicarle los datos básicos de este a un alumno extranjero que no entiende el idioma y ponerse de acuerdo en cómo ir. Esta actividad me resultó especialmente interesante porque pudimos comprobar que no es tan fácil como parece diseñar tareas y tener presentes todos los factores que debemos tener en cuenta a la hora de crearlas para que sean lo más adecuadas posible al nivel e intereses de nuestro grupo-aula.
Otra actividad de lengua que hemos tratado es la comprensión oral y escrita. Existen dos tipos de comprensión: intensiva (en el aula) y extensiva (fuera del aula). En cuanto a las actividades de comprensión, hay diversas tipos entre los que se encuentran: identificar actitudes u opiniones, entender instrucciones y entender vocabulario en contexto. Para que estas sean efectivas debemos seguir los siguientes pasos: presentación (presentar el contenido, vocabulario, etc.), primera lectura (localizar información, emparejar, etc.), segunda lectura (trabajar la estructura, cohesión, etc.) y postlectura (debatir, resumir la información, etc.). Para practicar la creación de actividades de comprensión, elaboramos por grupos una actividad de comprensión. En nuestro caso, se trata de un folleto del museo de los espías que utilizamos como material para crear actividades de comprensión escrita respetando los pasos que he mencionado anteriormente. Durante el proceso de elaboración nos dimos cuenta de cómo influye que se contextualice un texto presentándolo y se trabaje más a fondo en fases posteriores para sacar el mayor provecho de este y que el alumnado aprenda lo máximo posible.
Finalmente, hemos hablado de las actividades de producción e interacción orales y escritas. Respecto a las escritas, suelen requerir más tiempo y tienen un carácter individualista, por lo tanto, son las actividades perfectas para mandar de deberes, ya que nuestro horario lectivo es reducido y debemos aprovechar las horas de clase para dedicarlas a tareas que requieran de nuestra asistencia instantánea y de menor duración. Sin embargo, esto no significa que no debamos practicar la producción e interacción escrita en el aula, sino todo lo contrario. Podemos adaptarla mediante actividades colaborativas más breves como escribir reseñas, hacer lluvias de ideas, mensajes cortos, etc. que no necesiten feedback. Ante todo, la producción de un texto consta de tres fases (planificación, borrador y versión final) que pueden atrangantárseles a algunos alumnos. Para evitar esto, podemos llevar a cabo actividades en el aula que impliquen la realización de algún aspecto de estas fases para dinamizarlas y que les resulte más sencillo elaborar su texto. En clase hemos puesto en práctica esto mediante la creación de una actividad en la que tuviesen que hacer una reseña. En mi grupo nos pareció una buena opción que tuviesen que ver un tráiler de una película cada uno y elaborar una reseña, que luego leería otro/a compañero/a y decidiría si le resultó atractiva o no.
En cuanto a las actividades de producción e interacción oral, son las más importantes para el aula de lenguas extranjeras. Asimismo, es interesante destacar que se pueden introducir en todas las fases de la clase. Los docentes debemos tener muy presente que para que el alumnado practique lo máximo posible tenemos que limitar nuestro tiempo de habla a dar instrucciones y ser una guía para ellos/as. Además, si los dividimos en parejas o grupos pequeños, es probable que hablen todavía más tiempo y en un clima amigable que les de confianza y no les cree la tensión de ser oído por toda la clase. Algunos ejemplos de actividades de este tipo son: debates, concursos, juegos de la televisión, conversaciones espontáneas, etc. En nuestro caso, realizamos una actividad en la que se nos proporcionaba un enlace a una web de actividades y teníamos que escoger la que más nos llamase la atención y compartirla con nuestro grupo.
En conclusión, debemos ser conscientes de la importancia de las actividades de lengua en el aula, sobre todo las de producción e interacción oral que tienen fama de no practicarse lo suficiente en el aula, y son muy importantes para el desarrollo de la competencia lingüística del alumnado. Asimismo, debemos derribar otro muro, el de separar las actividades de lengua como se viene haciendo desde esa concepción inadecuada de que existen cuatro destrezas de la lengua. Lo que debemos hacer es llevar a cabo actividades que interrelacionen las distintas actividades de lengua, ya que, la lengua, en su estado natural, no está compartimentada y un texto escrito puede desencadenar una conversación oral, por ejemplo.
Aquí os dejo varios enlaces relacionados con este que pueden resultar interesantes:
Council of Europe. (2018). Common European Framework of Reference for Languages: learning, teaching and assessment. COMPANION VOLUME with new descriptors. Recuperado de: https://rm.coe.int/cefr-companion-volume-with-new-descriptors-2018/1680787989
De Arriba García, C. y Cantero Serena, F. J. (2004). La mediación lingüística en la enseñanza de lenguas. En Dialnet. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1126519
Trovato, G. (2015). Didáctica de la mediación lingüística: retos y propuestas para la enseñanza del español como lengua extranjera en contextos italófonos. En Universidad de Murcia. Recuperado de: https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/287169/TGT.pdf?sequence=1&isAllowed=y
¡Hola, Alba!
ResponderEliminarEn primer lugar, decirte que me ha resultado muy interesante tu nueva entrada sobre la materia de Didáctica de las LE. Lo que más me ha llamado la atención del texto es comprobar que no soy la única que considera una tarea compleja el diseño de tareas y, sobre todo, su adecuación al nivel e intereses del grupo aula.
Por una parte, en lo referente al nivel, se nos ha indicado que tomemos por referencia las pautas que nos facilita el MCER (niveles comunes de referencia) para orientarnos, aunque personalmente considero que es la experiencia y ese primer contacto con el alumnado el que determinará el nivel real del grupo aula, pues aspectos como la ubicación del centro o el perfil del alumnado, pueden hacer variar sustancialmente el nivel entre centros educativos, incluso en una misma región.
Por otra parte, en lo referente a los intereses del grupo aula, considero que es extremamente complejo acertar con las preferencias del alumnado, pues la franja etaria a la que nos enfrentaremos como docentes (de 12 a 17 años) es muy amplia y las actividades que podamos elaborar para 1º de ESO, probablemente no despierten ningún interés al grupo de 2º de Bachillerato (a pesar de adaptar el contenido al nivel de este curso). En este caso creo que la empatía y el contacto continuo con los medios (audiovisuales o redes sociales) nos pueden ayudar a “estar al día” en sus preferencias. No obstante, al igual que en el caso anterior, me imagino que la experiencia será la que mejor nos guíe en el proceso de elaboración de tareas atractivas para el alumnado.
Por mi parte, las que habéis desarrollado en clase me han parecido muy interesantes, tanto por el contenido, como por sus posibilidades didácticas. ¡Muchas gracias por haberlas compartido en el blog!
¡Qué tengas un muy buen día!
Ana González
Hola, Ana
Eliminar¡Muchas gracias por tu comentario! Como bien mencionas, está claro que hasta que se conozca al alumnado y se vea que nivel hay en general, no sabremos qué tareas serán más adecuadas para mejorar su competencia en la lengua extranjera. Lo que podemos hacer es escucharlos y atender a sus gustos e intereses para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea lo más adecuado posible a ellos.
¡Un saludo!
¡Hola Alba!
ResponderEliminar¡Super completa tu entrada! tanto tomar notas en clase ha merecido la pena...
Ya que estuvimos en el mismo grupo me gustaría resaltar lo mucho que nos costó encontrar un texto apropiado. Aunque en clase con Cristina ya habíamos hablado de cómo elegir un texto según el nivel, a raíz de la pregunta de una de nuestras compañeras, me seguía pareciendo sumamente complicado, ya que la línea entre unos niveles y los otros es muy fina... En mi caso particular, por ejemplo, lo que más me cuesta es no ponerlos demasiado fáciles, ya que tiendo a pensar que los textos son muy difíciles para el nivel real que considero que tienen los alumnos de secundaria.
Por ello, la verdad, estoy muy orgullosa de nuestra elección final, después de pasar por muchísimas opciones. Creo que hemos elegido un texto muy atractivo y visual, que aunque no es extremadamente difícil sí que tiene alguna complicación. No obstante, también creo que alguno de los textos que barajamos antes de decidirnos por este tenían mucho potencial. Por ejemplo, el menú de un restaurante es una opción muy chula para trabajar la comprensión lectora y el vocabulario culinario en niveles intermedios-bajos, ya que su dificultad radica más que en la gramática, en el léxico, que se puede graduar fácilmente dependiendo de cuál sea el restaurante. Además, es un tema súper interesante para trabajar contenidos culturales. Por otro lado, también me gustaba la opción de la canción, pero esta ya para los cursos de Bachillerato, porque el lenguaje es un poco complicado, en ocasiones. No obstante, también depende de la canción, con lo que se trata básicamente de encontrar el texto apropiado. En este caso, se trataría de una opción divertida que daría pie a actividades un poco más originales y que, además, se acerca a los intereses del público adolescente... ¡Eso sí, más nos vale estar al día de las tendencias musicales adolescentes!
En definitiva, gracias a todas las opciones que aportamos cada una de nosotras, me he dado cuenta de que, en verdad, hay un montón de opciones cuando se trata de elegir un texto para trabajar, por lo que no siempre tenemos que escoger un texto 'tradicional'. Además, creo que he mejorado en la adaptación del material al nivel del alumnado, gracias al pequeño debate que tuvimos las cuatro. Desde luego, ha sido una actividad muy provechosa... y un gusto trabajar con vosotras.
Enhorabuena por tu entrada y un saludo
Nos vemos en clase :)
Hola, María
Eliminar¡Muchas gracias por tu comentario!
La verdad es que no se sabe lo difícil que es escoger el texto adecuado o uno adaptable al nivel del alumnado hasta que te enfrentas a ello. Además, teniendo en cuenta que no todos los alumnos tienen el mismo nivel, es complicado escoger un texto que no resulte demasiado complicado para unos y que se agobien ni demasiado fácil para otros y que se aburran o muestren desinterés.
Un saludo
¡Que tengas un buen día!